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"Pasó por el Pergamino allá por el 22" cuenta don Atahualpa en su milonga corralera "Cantor del Sur", refiriéndose al payador dorreguense Luis Acosta García.

Aunque no soy payador ni mi destino es Entre Ríos, he llegado una vez más a Pergamino, donde viven hilachitas de mi corazón que se llaman -por ejemplo- Ana Scarcella, Eduardo Vázquez, Luis Contrera, Gustavo Pérez Ruiz y una cantidad no conocida de chicos y adolescentes con quienes vengo compartiendo desde hace unos cuantos años, bellísimos momentos entre fotografías proyectadas y sonidos de nuestra tierra sudamericana.

Y durante todos esos momentos, siempre felices pero casi siempre tan breves como el "paso" del legendario Acosta García, siento la presencia espiritual del gran maestro nacido en una casa (en esquina) de estos pagos hace 96 años.

Como dice el sacerdote correntino/misionero Julián Zini, "no es lo mismo nacer en cualquier parte ni es lo mismo saber que no saber". Esta expresión, que parece una verdad de Perogrullo, no lo es tanto teniendo en cuenta cuántos argentinos (y entre ellos por cierto muchos pergaminenses) no consideran imprescindible saber dónde nació, quien fue -y es- y cuánto contribuyó don Atahualpa Yupanqui con su aporte de belleza y datos a consolidar la identidad de los argentinos.

Uno de los lamentables canales de "nuestra" televisión abierta remitió recientemente durante uno de sus programas "culturales" con preguntas y respuestas a estudiantes secundarios, una confirmación de lo que acabo de expresar. Ante la pregunta ¿qué sabés de Atahualpa Yupanqui? la respuesta fue ¿y eso qué es? Evidentemente el adolescente ni siquiera sabía que la pregunta se refería a una persona de carne y hueso.

En Monte Maíz, Provincia de Córdoba, el Director de Cultura municipal encargó a sus empleados durante los primeros días de noviembre de 2003 hacer los contactos para contratar a Atahualpa Yupanqui "para que actuara durante los festejos del Día de la Tradición el próximo día 10". Cuando le respondieron "don Ata falleció hace once años", el desinformado funcionario resolvió la cuestión contratando a "Los Auténticos Decadentes". "Sé gual" habría expresado en ese momento el legendario y queridísimo Minguito Tinguitella (Juan Carlos Altavista) si hubiera presenciado la escena.

"Muchas llamadas comisiones de Cultura, confunden chimento con información" expresó alguna vez don Atahualpa en una carta que le escribió al pergaminense José Luis Lanzillotta desde París, lugar del mundo donde le daban trabajo remunerado, a diferencia de la Argentina, donde debía "galguear" como un vulgar desconocido, aún en los años de la década del 80 durante el "retorno de la Democracia".

Me permito recomendar a los lectores disfrutar de la lectura de "El Canto del Viento" y a incluir ese título como opción entre los libros que los alumnos de la Escuela 1 de Pergamino utilicen durante ese verdadero feliz hallazgo y recurso cultural que es la "hora de lectura voluntaria". Y a propósito de esta escuela pergaminense... ¡qué bueno sería que en un futuro más o menos inmediato dejara de llamarse como el titulado "conquistador del desierto" (Roca) y fuera rebautizada Atahualpa Yupanqui!

Pergamino, a 96 años del nacimiento de Don Ata. Ricardo Luis Acebal