Son muchas y muy variadas las consultas que recibimos diariamente sobre canto. Formas de cuidar las cuerdas vocales, gente que quiere saber qué tipo de voz tiene... ¡algunos hasta nos piden ejercicios o cursos a distancia! Algo que quisiera aclararles desde el vamos es que, si bien nosotros podemos desde acá colaborar un poquito quitándoles algunas dudas, nunca podríamos reemplazar la tarea de un profesor. El aprender a cantar mueve cosas muy internas de cada uno, tanto física como emocionalmente... es un proceso largo que tiene que hacerse con tranquilidad y bajo la atenta supervisión de un profesional, porque un mal trabajo de las cuerdas vocales puede causarles daños irreparables, y como dice mi profesor, no podemos comprar los repuestos en la casa de música de la esquina. Por eso es importante ser muy cuidadoso en la elección de nuestro profesor... y tenemos que constatar que, además de ser bueno en lo que hace, nos enseñe el estilo de canto que nos interesa aprender. Pero hay algo que va más allá del estilo: el aprender a interpretar lo que cantamos, a sentirlo, a expresar lo que decimos. Si bien uno pone mucho de sí en una interpretación, nuestro profesor tiene que ayudarnos a exteriorizarlo: caso contrario, es posible que tengamos una técnica excelente y una voz fenomenal... nada que no pueda hacerse con una computadora. ;-)
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